En las proximidades del Monasterio de San Xulián de Samos (Lugo), a apenas 100 metros, se encuentra la antigua Capilla del Ciprés, también conocida como Capilla del Salvador, construida en el siglo X. Esta capilla, una pequeña joya del arte prerrománico gallego, es anterior al monasterio, aunque se cree que posteriormente fue empleada como celda monástica del mismo.
La Capilla del Ciprés exhibe características del arte mozárabe, como la puerta exterior de arco de herradura o la interior con misma forma. Su estructura de una sola nave con ábside rectangular cuenta con muros de mampostería de losas, ventanas alargadas y un techo a dos aguas cubierto de pizarra. En su interior, además de una pequeña bancada que rodea la capilla, se encuentran los primeros restos de pintura mural de Galicia.
Junto a la capilla se alza un ciprés milenario de más de 25 metros de altura, catalogado como árbol monumental. Este ciprés, conocido como «Ciprés Mediterráneo da Capela do Salvador», comparte su nombre con la capilla y es considerado uno de los árboles más notables de España, con más de mil años de historia.
El Monasterio de Samos, además de su capilla, ofrece visitas guiadas que cuentan su larga historia como monasterio habitado más antiguo. En la puerta de la hospedería, un cartel sugiere que abrazar al ciprés trae buena fortuna en el camino a Santiago. Esta tradición se inspira en la longevidad del famoso ciprés y en su simbología sinónimo de inmortalidad.
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